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Introducción:
En este artículo, exploraremos cómo los antioxidantes pueden influir en la salud cardiovascular. Los antioxidantes son compuestos que ayudan a proteger las células del daño causado por los radicales libres, y su papel en la salud del corazón es cada vez más relevante en la medicina moderna.
La salud cardiovascular es crucial para el bienestar general, es un aspecto fundamental de nuestra vida, ya que el corazón es el motor que bombea la sangre, los nutrientes y el oxígeno que nuestro cuerpo necesita para realizar todas sus funciones metabólicas.
Siempre nos preguntamos: ¿Que es salud cardiovascular? ¿Como puedo saber si tengo salud cardiovascular? Según la OMS existen varios pasos esenciales para la salud cardiovascular y se divide en dos áreas principales: comportamiento y factores de salud.
Los comportamientos saludables incluyen:
1. Dieta cardiosaludable libre de azúcar, carbohidratos refinados, y carnes rojas y procesados.
2. Actividad física diaria; todos los adultos deben realizar entre 150 minutos de actividad aeróbica intensa (correr, nadar, saltar la cuerda) o 300 minutos de actividad aeróbica moderada (ejercicios aeróbicos, baile en un ámbito social o jardinería).
3. No utilizar tabaco, cigarros electrónicos, pods de vapeo y tampoco utilizar alcohol.
4. Sueño regular y reparador de 7 a 9 horas diarias.
Los factores de salud incluyen:
1. Mantener un índice de masa corporal por debajo de 25 kg/m2 que nos refleja el nivel de obesidad, sobrepeso o peso óptimo.
2. Cifras de colesterol < 200 mg/dl.
3. Niveles de glucosa < de 100 mg/dl
4. Presión arterial idealmente en 120/80 mm Hg, siempre < 140/90 mm Hg.
5. Mantenimiento de una óptima salud bucal
Es importante recordar que si padeces de una enfermedad cardiovascular como insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial, dislipidemia (hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia), cardiopatía isquémica, angina de pecho y trastornos del ritmo cardíaco entre otras, jamás debes suspender tu tratamiento farmacológico y sustituirlo por vitaminas, suplementos o medicina natural pues en lugar de ayudarte puedes descompensar tu enfermedad. Recuerda que todos los tratamientos farmacológicos de estas enfermedades han sido estudiados científicamente y han comprobado su eficacia en el tratamiento de tu enfermedad.
Hablemos ahora de los «medicamentos y suplementos naturales «, como cardióloga todos los días mis pacientes me preguntan si pueden suspender los medicamentos ya que son muchas pastillas que deben tomar al día y mi respuesta siempre es: no debe suspender sus medicamentos, pero siempre puede combinarlos con medicina o suplementos naturales.
Los antioxidantes, presentes en muchos alimentos y suplementos, juegan un papel vital en la protección del corazón y los vasos sanguíneos. Este blog explicará qué son los antioxidantes, cómo funcionan, y su impacto en la salud cardiovascular.
¿Qué son los antioxidantes?
Los antioxidantes son moléculas que inhiben la oxidación, esta es una reacción química que produce radicales libres, los cuales pueden dañar las células. Los antioxidantes pueden neutralizar estos radicales libres y prevenir el daño celular, combaten la inflamación y la vejez.
Oxidación: es la pérdida de electrones por una molécula, átomo o ion en una reacción química. Este fenómeno es central para el metabolismo celular, la producción de energía, la respuesta inmunológica y el envejecimiento.
Radicales libres: Son moléculas inestables que pueden causar daño celular, contribuyendo al envejecimiento y a diversas enfermedades. Los peróxidos lipídicos plasmáticos contribuyen a la progresión de la arteriosclerosis. La oxidación del LDL produce aumento en la expresión de moléculas de adhesión endotelial facilitando la movilización y captación de células inflamatorias circulantes y alteran las propiedades quimiotácticas circulantes de los monocitos y macrófagos, aumentando su residencia dentro de la pared arterial.
Finalmente, los radicales libres tienen efecto sobre la proliferación de la íntima, aparición de la fibrosis, la calcificación, aparición de disfunción endotelial y vasorreactividad lo que produce evolución de la lesión, con rotura de la placa y trombosis que lleva a la aparición de episodios clínicos como infarto agudo al miocardio o embolia cerebral.
Tipos de antioxidantes y sus fuentes:
Vitamina C: La vitamina C o ácido ascórbico es un nutriente que el cuerpo necesita para formar vasos sanguíneos, cartílagos, músculos y colágeno en los huesos, también es vital para el proceso de curación y cicatrización del cuerpo. Es un antioxidante que protege las células contra los efectos de los radicales libres, ofreciendo cierta protección en las enfermedades cardíacas, cáncer y parece prevenir el empeoramiento de la degeneración macular asociada a la edad. La vitamina C también ayuda al cuerpo a absorber y almacenar el hierro.La podemos encontrar en las frutas cítricas, fresas, kiwi y vegetales de hoja verde.
La mayoría de las personas obtiene suficiente vitamina C con una dieta saludable. Su deficiencia es más probable en aquellas personas que: fuman o están expuestas al tabaquismo pasivo, personas con afecciones gastrointestinales o ciertos tipos de cáncer y aquellas personas que tienen una dieta limitada que no incluye frutas y verduras regularmente.
La cantidad diaria recomendada de vitamina C es de 75 mg al día para mujeres, 90 mg al día para hombres y durante el embarazo 120 mg al día. El límite máximo para todos los adultos es de 2 g al día. Es poco probable que un exceso de vitamina C sea perjudicial, aunque las grandes dosis pueden causar lo siguiente: diarrea, náuseas, vómitos, acidez estomacal, calambres abdominales y dolor de cabeza.
Vitamina E: La vitamina E es un nutriente liposoluble que se agrupa en dos diferentes compuestos: tocoferoles y tocotrienoles. El más importante en la especie humana es el tocoferol. Ayuda a formar glóbulos rojos y ensancha los vasos sanguíneos para evitar que la sangre que se coagule dentro de ellos, además ayuda al cuerpo a utilizar la vitamina K.
Las bajas concentraciones de vitamina E se asocian con la desestabilización de las membranas de las células del sistema inmune, la disminución de la hipersensibilidad retardada y disminución de la producción de inmunoglobulina, también se asocia con la disminución de la inmunidad mediada por células y la producción de interleucina-2. La cantidad de vitamina E que se necesita por día depende de la edad. Adolescentes de 14 a 18 años, adultos y mujeres y adolescentes embarazadas 15 mg al día y mujeres y adolescentes en período de lactancia 19 mg al día.
La vitamina E se puede encontrar en los aceites de soja, maní, algodón,girasol, mantequilla, huevo, guisantes secos, chícharos, garbanzos, lentejas, trigo, avena, nueces, semillas, espinacas, brócoli, aceites vegetales, trigo, avena y arroz integral.
Consumir la vitamina E presente en los alimentos no es peligroso ni perjudicial.En forma de suplemento las dosis elevadas de vitamina E podrían aumentar el riesgo de sangrado y de hemorragia grave en el cerebro. Debido a este riesgo, el límite superior para los adultos es de 1,000 mg/día para los suplementos tanto de vitamina E natural como sintética. Esto equivale a 1,500 UI/día para los suplementos de vitamina E natural y 1,100 UI/día para los suplementos de vitamina E sintética.
Beta-caroteno: El betacaroteno y otros pigmentos rojos, naranjas y amarillos llamados carotenoides se consideran antioxidantes y nos ayudan a protegernos del daño producido por los agentes oxidantes como los rayos ultravioletas, polución ambiental y sustancias químicas presentes en los alimentos. Sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios ayudan a proteger las células del daño. Nos aportan aproximadamente el 50% de la vitamina A necesaria en la dieta.
Organizaciones científicas y gubernamentales de Europa y EE. UU. recomiendan el consumo de alimentos ricos en betacaroteno. El aporte recomendado varía de 2 a 6 mg de betacaroteno al día para los adultos. Una ingesta excesiva de betacaroteno podría dar un tinte amarillento a la piel, principalmente en la palma de las manos y la planta de los pies. El color amarillo desaparece cuando se reduce o detiene el consumo de carotenoides. El betacaroteno se considera una fuente segura de vitamina A,mientras que la ingestión de grandes cantidades de vitamina A preformada (retinol) durante meses o años puede ser tóxica.
Las mejores fuentes de betacaroteno son las verduras amarillas y naranjas (zanahorias, batatas y calabazas), las frutas amarillas y naranjas (albaricoques, melón, papaya, mango, carambola, nectarina, melocotón) y la verdura de hoja verde.
Flavonoides: La acción antioxidante de los flavonoides depende principalmente de su capacidad de reducir radicales libres y quelar metales, impidiendo las reacciones catalizadoras de los radicales libres. Los flavonoides destacan por su baja toxicidad, presentando actividad sobre el sistema vascular con efecto protector de la pared vascular, debido a la disminución de la permeabilidad y al aumento de la resistencia de los capilares.
Tiene efectos como antioxidante, inhibe la peroxidación lipídica, posee efectos antimutagénicos y la capacidad de inhibir diversas enzimas. Por último, tiene efecto diurético, antiespasmódico, antiulceroso gástrico y antiinflamtorio. Los flavonoides también tienen propiedades que podrían ayudar a prevenir la formación de coágulos sanguíneos.
En un estudio publicado el año pasado en la revista Hipertensión de la American Heart Association sugiere que los flavonoides en los alimentos como las moras, el vino tinto, las manzanas y las peras pueden influir en las bacterias intestinales de una manera que se reduce la presión arterial.
Por esta razón, los flavonoides juegan un papel importante en las dietas mediterránea, DASH y MIND, las más recomendados por los expertos en la salud del corazón y del cerebro. Aunque existen algunas diferencias, las tres tienen un fuerte enfoque en el consumo de frutas, verduras, nueces y frijoles, ya que todos esos son ricos en flavonoides. Pero la mayoría de las personas no consumen suficientes flavonoides, en parte porque no consumen la cantidad diaria recomendada de frutas y verduras.
Se recomienda fuertemente que los adultos comamos de 1.5 a 2 tazas de fruta todos los días y de 3 a 4 tazas de verduras. Los flavonoides los encontramos en compuestos presentes como la tila (Tilia cordata), la pasiflora (Passiflora incarnata) y las hojas de ginkgo(Ginkgo biloba), té verde o negro, vino tinto, chocolate oscuro, en varias frutas y verduras coloridas arándanos, ciruelas, manzanas, bayas, naranjas, fresas, espinacas.
Selenio: Este mineral suele incluirse entre los antioxidantes por su participación en la formación del glutatión peroxidasa, una enzima que protege del daño oxidativo. Este mineral es importante para la reproducción, la función tiroidea, producción de ADN y para proteger al cuerpo contra infecciones y el daño causado por los radicales libres. Los alimentos que tienen selenio son el pescado, los mariscos, carnes rojas, granos, huevos, pollo, hígado, ajo, frutos secos, nueces de macadamia, nueces de Brasil, salmón, almejas, avena, bacalao, atún crudo, gambas, huevos, pavo, semillas de girasol y anchoas.
Impacto de los antioxidantes en la salud cardiovascular
Los antioxidantes contribuyen a la salud del corazón de varias maneras:
1. Reducción del estrés oxidativo: El estrés oxidativo al neutralizar los radicales libres, que es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares.
2. Mejora la función endotelial: El endotelio es la capa de células que recubre los vasos sanguíneos. Los antioxidantes pueden mejorar la función endotelial, ayudando a mantener la elasticidad y el buen funcionamiento de los vasos sanguíneos.
3. Prevención de la aterosclerosis: La aterosclerosis es el endurecimiento y estrechamiento de las arterias debido a la acumulación de placa. Los antioxidantes pueden inhibir la oxidación del colesterol LDL, reduciendo así la formación de la placa de ateroma.
4. Reducción de la inflamación: La inflamación crónica está vinculada a muchas enfermedades cardiovasculares. Los antioxidantes pueden tener propiedades antiinflamatorias.
Estudios científicos sobre antioxidantes y salud cardiovascular:
Un estudio publicado en el «American Journal of Clinical Nutrition» encontró que una dieta rica en antioxidantes estaba asociada con un menor riesgo de enfermedades cardíacas.
Investigaciones en la «Revista Española de Cardiología» sugieren que los flavonoides en el té y el vino tinto pueden mejorar la salud cardiovascular al reducir la presión arterial y mejorar la función endotelial.
Un meta-análisis en la «American Heart Association Journal» concluyó que la suplementación con vitamina E puede tener beneficios modestos en la prevención de enfermedades cardíacas, aunque los resultados no son concluyentes para todas las poblaciones.
Conclusión
Los antioxidantes juegan un papel importante en la protección del corazón y los vasos sanguíneos. Incorporar alimentos ricos en antioxidantes en tu dieta puede ser una estrategia eficaz para mejorar la salud cardiovascular. Consulta siempre a tu médico antes de iniciar cualquier suplemento antioxidante.